Esta raza fue creada por el doctor Antonio Nores Martinez, que quiso crear una raza adecuada a sus exigencias de cazador, que reuniese las mejores cualidades del perro de pelea cordobes. Para esto dedico muchos años a la cruza de diferentes razas, entre ellas se encontraban el pointer, el bull terrier ingles, el bulldog ingles, el alano español y algunos mastines. En 1940 Antonio consiguió crear una generación de dogos argentinos idénticos a los actuales.
La raza se empezó a difundir (como ocurre por desgracia con un gran numero de razas) por el gran existo que tenían en las peleas, ya fuese bull baiting (peleas contra toros), en las que un solo dogo podía tumbar a un toro adulto, contra jabalíes o en peleas de perros.
En 1964 se reconoció la raza en Argentina y fue reconocida por la FCI en 1973.
Carácter
En cuanto a su carácter, es un perro que se adapta a vivir en cualquier ambiente, incluidos pisos, pero necesitas tener un gran contacto con su dueño. Es un perro que necesita desfogar su gran energía y si vive en un piso pequeño deberá realizar ejercicio diario (ya sean paseos de entre 20 a 30 minutos, como cualquier otro tipo de ejercicio físico), también es recomendable dejarle un buen rato al día un mordedor.
Tiene un carácter muy equilibrado, es leal y fiel y un perro que le gusta sentirse útil. No es un perro que de problemas al adiestrarlo, pero se debe de ser firme con el desde que es pequeño.
Aspecto
Es un perro robusto y musculoso. Con un cráneo ancho y macizo y un hocico de olfateador, ya que le caracteriza su costumbre de olfatear las emanaciones que transporta el aire. Tiene unos ojos oscuros, separados entre si. La mandíbula la tiene bien encajada, sin prognatismo, con dientes grandes. La trufa debe de ser negra con un ligero stop en la punta. Su cuello es macizo y arqueado, con abundantes arrugas en la piel de la garganta. El peso varía entre los 40 y 45 kg y la altura entre los 60 y 65 cm. El manto debe de ser de color blanco.
